La Biblia dice en el Salmos 40:1 “Pacientemente espere a Jehová”…
Me gusta mucho porque aunque lleva por título “Alabanza por la liberación divina”, pareciera que nos hablará de fortalezas y animo, y es así, pero curiosamente comienza hablándonos de tener paciencia…no nos dice de forma inmediata “Dios escucha nuestro clamor” sino que la primera palabra es: “Pacientemente espere”, no les llama la atención? A mi sí, y ha sido por varios años desde que comprendí esto.
Hace unos días meditaba en que Dios toma mi verano (diciembre, enero y febrero) para tratar en mi la paciencia, durante años estos meses fueron de preparación o de espera, ya sea por alguna respuesta o para que Dios tratara con mi corazón antes de comenzar las clases en marzo. Este año no ha sido la excepción, y aunque estoy en otro momento de mi vida, Dios sigue usando estos meses para decirme: “paciencia, solo confía”.
El salmos 40 prosigue en el verso 1 diciendo “Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor” y en los versos posteriores habla de lo que Dios hizo por él y como lo rescata de donde se encontraba…Pero antes fue necesario esperar y tener paciencia.
He sido testigo como Dios nos prepara para que luego podamos desempeñar funciones de la mejor manera, los tiempos de espera no son para nada fáciles. Hace unas semanas atrás escribí en el otro blog una entrada que se llama “8 años” y en donde termino instando a tener paciencia y confianza en Dios, porque todo lo importante toma su tiempo, nada que sea sencillo, se hará de la noche a la mañana.
Yo desconozco que puedes estar experimentando que no te deja tranquilo (a), que te quita el sueño, que no sabes qué sucederá, pero desde la misma vereda te puedo decir: paciencia! confía!!
Hay un pasaje que me encanta y que Dios me ha recordado bastante este último tiempo respecto del momento que estoy viviendo y está en Habacuc 2:3 que dice “Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará”…
A todos nos cuesta esperar, en las diferentes etapas de la vida, pero lo importante es que aunque sea difícil podamos confiar en ese Dios que nos ha prometido que estaría con nosotros todos los días de nuestra vida.
Finalmente quisiera terminar con una frase que dice “mientras Dios abre la siguiente puerta, alábalo en el pasillo”. La espera no es ni será fácil, pero mientras esperamos alabemos como si ya tuviéramos aquello que esperamos, o más que eso, alabemos simplemente porque Él es Dios y se merece toda nuestra adoración.
Bendiciones!