Hace unas semanas atrás Dios me dijo: «yo aún tengo el timón de tu barca, aún cuando tú creas que las cosas simplemente suceden y no estoy presente, YO estoy ahí y tengo el control incluso de lo que crees que me he olvidado»…
Algo más o menos así fue lo que Dios habló a mi corazón, y no fué por nadie en especial sólo me lo dijo a mi corazón, y me lo viene recordando todos los días.
Es inevitable no ilustrar con esto ese pasaje que sale en Mateo 8:23-27 y en Marcos 4.35-41 y Lucas 8.22-25, Jesús Calma la tempestad.
Las Escrituras dicen que derrepente las olas y el viento comenzaron fuertemente y todos los que estaban en la barca se desesperaron, incluso Jesús estaba durmiendo… Y ahí sale un elemento importante.
Muchas veces nos parece que Jesús duerme, es más, pateciera estar sordo porque aún cuando sabemos que está presente, nada sucede… sólo duerme.
Pero se nos olvida que aún cuando Él este durmiento, si está presente es porque algo sucederá.
La Biblia dice que después que despertó, Él sólo ordenó a la naturaleza que se detenga y después todo quedó en calma. (se hizo grande bonanza).
Él hoy nos recuerda eso igual, Él tiene el poder de calmar la tempestad, pero nos desafía a que confiemos en Él.
No se ha ido, ni está sordo, como nos pareciera…Solo nos observa y quiere ver que tan fieles somos en la prueba. Los silencios de Dios siempre son con un propósito, nunca son para abandonarnos.
...»Él aún tiene el control de nuestras situaciones, no nos ha dejado, ni se ha olvidado de aquellas peticiones que en lo secreto hemos pedido con lágrimas en nuestros ojos y en las que hemos derramado nuestro corazón en su presencia, aquello que sólo conoce Dios y usted»…
Recuerde: Él tiene el control. Dios no tiene mala memoria como nosotros.
Bendiciones! 😊