Oseas 4:6 dice “Mi pueblo está siendo destruido porque no me conoce. Así como ustedes, sacerdotes, se niegan a conocerme, yo me niego a reconocerlos como mis sacerdotes. Ya que olvidaron las leyes de su Dios, me olvidaré de bendecir a sus hijos”.
Durante gran parte del pentateuco vemos a Dios insistiendo en que su Pueblo no olvidara la ley, en Josué 1:7 le enfatiza a que cuide de hacer conforme a la ley y en el verso siguiente le pide que medite en ella, que la guarde y haga conforme a ella. Después si revisamos la época de los reyes Dios siempre los amonestaba a que no se apartasen de ella…
Aquí vemos las consecuencia de un rey que se apartó de ella, y producto de todo eso, el pueblo olvido la ley, porque quienes la tenían no habían querido aplicarla…El pueblo desechó el conocimiento y olvidó la ley, prefiriendo ir hacia otros dioses.
Pero entonces: ¿Cómo es que se puede olvidar la ley de Jehová? Se olvida fácilmente cuando buscamos o permitimos que otros “dioses” gobiernen nuestras vidas, con el pasar del tiempo poco a poco se terminará olvidando el conocimiento de lo que un día tanto bien nos hizo.
Y en el capítulo 8 después comprendemos lo que Dios estaba diciendo, ya que los sacerdotes (quienes conocían la ley) habían hecho negocio con el perdón de los pecados, les convenían que el pueblo pecara así ellos tenían mejores ofrendas…cuando leía eso, me sonaba conocida la historia, a ustedes no? Lo que sucedió muchos siglos después con la Reforma Protestante, coincidencia? Creo que no.
Que quiero que podamos meditar con esto? Que día a día no dejemos la relación con Dios. Sé que cada vez es difícil, pero que pueda ser una carga constante no apartarnos de nuestro creador. Hay muchos que caen en la amenaza de toda la tecnología que nos puede ayudar pero también apartar de Dios, a veces un rato sin celular y redes sociales nos acerca mucho mas al Padre y nos conecta con el cielo, más que con las personas, hagamos el intento, y marquemos la diferencia, hay muchos que necesitan de esa comunión constante de nosotros para llegar a conocer el amor y la salvación que solo Jesucristo les puede dar.
No permitamos que se nos llegue a olvidar la ley, esa ley que para nosotros es la Palabra de Dios transcrita en un maravilloso libro que ha cambiado nuestras vidas y que Dios quiere seguir usando para alcanzar a otros por el poder de su Palabra.
Bendiciones