“Sin embargo, Dios lo hizo todo hermoso para el momento apropiado. Él sembró la eternidad en el corazón humano, pero aun así el ser humano no puede comprender todo el alcance de lo que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin”. Eclesiastés 3:11
Muchos conocemos este pasaje, y lo tendemos a aplicar o al menos lo intentamos cuando se trata de tomar decisiones amorosas, pero no solo tiene aplicación respecto de ello, si no de cada una de las áreas de nuestras vidas.
¿Por qué escogí este pasaje? Simplemente porque la mayoría de las veces nos gusta a nosotros hacer los planes y cuando tenemos todo listo, se lo exponemos a Dios, así como en modo de “ya! Está listo, ahí pones tu huellita y me lo firmas”, pero no se trata de eso, si no que como escuche por ahí “Dios quiere que le entreguemos nuestra hoja en blanco, Él lo rellene, y luego nosotros firmamos”.
Este año ha sido bien especial y si lo puedo resumir en algunos temas principales, uno de esos es este: Cuando deje de hacer planes y me deje guiar por lo que Dios tenía para mi, entonces las cosas dejaron de salir mal, y es mas, no tuve expectativas, Dios fue poniendo todo en orden, y ordenando mi camino.
Y es muy cierto, que durante muchos años planifique todo lo que tenia que hacer, cada 31 de diciembre con mi familia esperamos las 12 de la noche orando cada uno en su habitación, y yo durante varios años use esa oración para pedirle a Dios que todo saliera bien y que las cosas “tomaran su rumbo”, pero no siempre fue así.
Las cosas cambiaban sí, pero nunca fue como yo espere o pedí. Todo hasta este año, el 31 de diciembre del 2014 mi oración fue muy distinta a la de los años anteriores, no pedí mucho, no tuve expectativas, solo quise que Dios estuviera conmigo y me ayudara a enfrentar este proceso, lo demás fueron motivos de agradecer y más que nada fortaleza para enfrentar lo que se venia que no sería fácil.
Ahora, por qué recuerdo todo esto? Simplemente porque como dice Eclesiastés “todo tiene su tiempo” y es que no siempre resulta bien cuando le queremos ayudar a Dios, la mayoría de las veces nos dolerá mas ver el resultado por meternos donde no nos han llamado a que si dejáramos a Dios obrar por si solo.
Este tiempo sin duda no se compara a ninguno de los anteriores, es muy, muy diferente, en muchas cosas, es mas…si algo creo que hice bien fue no pedirle explicaciones Dios de mi dolor, cuando deje de preocuparme del porqué y solo me deje guiar, las cosas comenzaron a cambiar, es mas me estrese mucho menos, y mi corazón comenzó a ser sanado poco a poco, ¿Las dudas, los por qué? Esos simplemente llegaron solas las respuestas, es más, no me preocupa saber si estaré en lo correcto o quizás tenga más de un motivo para cada situación pasada, pero lo que más me deja tranquila es que nada es por el azar, si no que todo ha sido perfectamente diseñado por mi creador de días bonitos…Dios.
Finalmente Eclesiastés termina diciendo: “Sin embargo, no podemos comprender todo lo que Dios ha hecho”.
La mejor alternativa no es saber el motivo, la razón, si no saber que aunque no entendamos ahora Él estará presente todos nuestros días y nos ayudara cada vez que le necesitemos.