Piense en alguna de las tantas historias que aparecen en la Biblia en las que Dios haya contestado una oración, pero que después no volvamos a saber de aquello… a mí se me ocurre una que casi pasa desapercibida en 1° de Crónicas 4: 9-10 es la oración de Jabes, no sabemos qué sucedió con él posteriormente, solo sabemos que en medio de una numeración de descendientes en la cual podríamos inferir que no era el primogénito porque de lo contrario saldría mencionado, y después de señalar a sus antepasados el escritor dice “Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó, Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor” y luego menciona la oración que este hizo, la cual ha sido estudiada por muchos.
Les ha pasado que muchas veces hemos orado pidiendo algo a Dios, y con el tiempo lo olvidamos? Y no se trata de que lo que hayamos pedido no sea importante, si no que solo dejamos de preocuparnos… Bueno hace unos días atrás Dios me recordó una de esas oraciones.
Durante cerca de un año atrás no pasé un tiempo muy grato en mi vida, y durante muchos meses le pregunté a Dios muchas cosas que no entendía…más que nada quería que Dios sanara mi corazón, en reiteradas veces pregunte cosas y en otras simplemente acepte el tiempo que estaba viviendo…pero hace unos días Dios me recordó una oración que hice meses antes a esa situación vivida…
Recuerdo haberle dicho a Dios “no quiero estar en lo máximo, en la cima, porque estar ahí es mucha presión, y soy confrontada con mi orgullo, dame lo suficiente, no quiero más que eso, porque eso me basta, eso no aleja mi corazón de ti”… Durante los meses siguientes olvidé eso…o quizás no, pero no lo considere en esa situación vivida que claramente no “obtuve lo suficiente, sino en muchas ocasiones obtuve lo mínimo y a veces ni eso” pero al final del proceso…si obtuve lo suficiente…
Hace días podía comprender que esa oración si aplicaba a esa situación! Casi un año después pude percatarme de eso. Y así vi como muchas otras veces Dios había actuado respondiendo simplemente oraciones que en su momento le hice…
Muchas de ellas, produjeron grandes cambios en mi vida, oraciones que si no las hubiera hecho no sería quien soy al día de hoy…
Recuerdo la primera vez que Dios cumplió una oración, claro en el momento uno está decidido en lo que pide, pero cuando Dios lo hace, y llega el momento del dolor, nuestra carne, nuestro ego es confrontado, ya no es tan grato…recuerdo que mucho tiempo después de aquella oración importante, Dios me la recordó, y les puedo decir “si, me dolió mucho, quizás hasta pude haberme arrepentido de haberla hecho, pero al día de hoy, ya como 5 años más tarde, es una de las mejores oraciones que he realizado, porque en ella rendía toda mi voluntad y deseos ante Dios, y dejaba que Él obrara como fuera necesario pero que no ocurriera lo que yo estaba viendo”… Y así ocurrió, Dios movió muchas situaciones para que con los años yo no me convirtiera en lo que en un inicio tanto me causó desagrado, si es cierto, me dolió muchísimo, lloré bastante, en el momento no lo entendí, incluso me enojé con Dios, pero al día de hoy no me arrepiento de haber hecho esa oración.
Finalmente como el escritor en Crónicas señalamos solo lo importante pero después no volvemos a mencionar aquello, ya sea porque Dios respondió o bien porque simplemente lo olvidamos…Pero podemos tener la seguridad que si fue una oración sincera y dijimos algo importante y decisivo para nuestras vidas, es seguro que Dios ya la haya respondido y lo que estás viviendo actualmente solo sea parte del cumplimiento de aquella (s) oración (nes) realizadas.
Nosotros podemos olvidarlas, pero Dios no lo hace y responde en su debido tiempo.
…” E invocó Jabes al Dios de Israel…Y le otorgó Dios lo que pidió”… 1° Crónicas 4:10
Bendiciones!