«No dejaré de creer ni de confiar»

  • “¿Qué promesas recuerdan que sus Padres les hayan hecho cuando pequeños?”
  • Y qué pasó si aquello no se cumplió? ¿Cómo reaccionaron? ¿Cambió la forma de amar a sus padres, o bien lo dejaron pasar?

Lo que a muchos de nosotros nos ha pasado es que cuando vienen situaciones que nos mueven el piso por decirlo así, y es algo muy doloroso, es que nos enojamos con Dios, es como si todo lo que pareciera que conocemos de Él, se fuera por un tubo, porque aquello que estamos viviendo no pareciera propio de un Dios que dice que nos ama, que somos como la niña de sus ojos, que nos guarda y protege…

Después de varios años de procesos he podido comprender que se trata todo de Fe:

En Hebreos 11 nos dice la definición que todos conocemos de fe, pero como algunos de nosotros hemos crecido en la Iglesia esto muchas veces pasa de ser un mero concepto aprendido de memoria, a tener que aplicarlo.

Ya que es “La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver” (NTV)

Y es que cuando el dolor nos invade cómo seguir amando, confiando en el mismo Dios que sabemos que está permitiendo todo lo que nos hace llorar?

Es muy difícil, pero no imposible. En el mismo Hebreos 11 en el verso 39 dice “Debido a su fe, todas esas personas gozaron de una buena reputación, aunque ninguno recibió todo lo que Dios le había prometido”.

¿Se dan cuenta? Ninguno recibió en plenitud lo que Dios le había prometido…a veces queremos que Dios nos abrace, nos apapache y nos diga “tranquilo hija(o) todo estará bien, y somos afortunados cuando eso pasa, pero…y si no pasa? Y si en vez de caricias, Dios permite un dolor aun mayor?

Seguimos creyendo y confiando, y es mas…amando, al Dios que en su Palabra nos dice “te he amando con amor eterno, por tanto te prolongue mi  misericordia”? (Jeremías 31:3)

Dios en su todo no está sujeto a condiciones o modalidades, en el derecho un acto puede existir, pero modificar sus efectos, hay 3 tipos de modalidades: condición, plazo, modo, estas 3 pueden modificar que un acto se pueda concretar.

Pero eso no sucede con Dios, porque Él es suficiente para nosotros.

Ahora yo les pregunto ¿Se han enojado con Dios por algo que sucedió que parecía tan bueno pero simplemente no sucedió?

  • Yo si lo he hecho y varias veces años atrás…

Pero después de varios proceso de fe, Dios ha permitido que con el tiempo mi forma de verlo y de amarlo no dependa de lo que vivo, sino de lo que sé que Él es para mí.

Podemos ver a un Dios muy enfático en el Antiguo Testamento cada vez diciéndole a su pueblo que no olvidara su ley, sus mandamientos, pero qué sucedía? Ellos la olvidaban, muchas veces porque sus propios líderes dejaban de recordárselas…

Una de las maneras de que nuestra fe pueda ser firme, y no tambalee frente aquello que nos causa dolor es su Palabra, conocerla, así podemos conocer al Dios que no solo es amor, sino que es proveedor, consolador, justicia, y mucho mas.

El titulo de esta reflexión nació cuando regresaba de Valdivia después de haber ido a dar una prueba y que no haya sido muy grata la experiencia, eso sin mencionar de que me perdí, y que llegue atrasada, después de eso y meditar en los posibles resultados de ese examen, pensé “pero y si no sale bien”? y es a esa pregunta que  vino: “No dejaré de creer ni de confiar”

Que esta sea nuestra consiga de vida, ya sea que estemos viviendo un buen momento de alegría y estabilidad o bien nos encontremos en el otro extremo.

Una fe firme, no sujeta a condiciones es lo que Dios busca de sus hijos.

Bendiciones!

WhatsApp Image 2018-03-29 at 20.23.27

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s