#MujeresdeFe

Hace unos días una amiga me habló de su estado de salud y de que no venía sintiéndose muy bien, inmediatamente pensé en su estado anímico, ya que eso es lo primero que se ve afectado cuando nuestra salud se complica o se ve afectada.

Después de un tiempo de oración recordaba cuando Jesús calma la tempestad (Mateo 8:23-27)…ellos estaban con Dios mismo en la  barca, pero aun así tuvieron miedo…a Jesús solo le bastó dar la instrucción y todo se calmó. Después el pasaje continua diciendo que “Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?

Esto fue de testimonio para que no solo quienes iban en esa barca sino para todas las personas con las que estos se encontraran…contarían que aquel hombre tenía el poder para hacer calmar el viento y al mar.

Mientras meditaba en eso, pensaba en un personaje que todos conocemos y es lo que le da el nombre a esta reflexión: la Mujer Maravilla.

Dentro de las armas que tiene la Mujer Maravilla, y es una de la que mas usa es un escudo, con el se defiende de todos.

Y al recordar de este escudo, recordé ese  que la Biblia nos habla en Efesios 6, el escudo de la Fe. Nos dice que con este “podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno”. (verso 16).

Muy similar a lo que hace nuestra mujer maravilla, nosotras como mujeres podemos ser heroínas a diario, ya que la Biblia dice que nuestra lucha no es solo momentánea, sino que es siempre y no es contra nadie humano, sino “contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. (verso 12)

Y así es como podemos luchar, podemos recordar la escena casi al final en que la mujer maravilla está luchando y ella resiste toda la maldad de su enemigo con sus escudo.

A diferencia de ella, me llama la atención lo que dice en Efesios 6:13 “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”. Ya que señala que es necesaria TODA la armadura, no solo el escudo o solo basta la espada, sino es necesaria toda la armadura, para poder resistir el día malo y así estar firmes. La necesitamos completita, y a diario.

Así que si nos hemos sentido que no hacemos mucho por la Obra, o las olas se han levantado y quieren derribar nuestra barca, confiemos que Jesús mismo está en la barca, y aunque esté en silencio algo sucederá, no quedarás a la deriva.

Que tu fe pueda crecer de tal forma que puedas defenderte frente a los ataques del enemigo y así puedas estar firme.

Bendiciones!

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