#MeTomasdeTuMano

El Salmos 17:8 dice «Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas»… Sin dudas un suplica de protección. Y es eso lo que mas necesitamos en momentos en que las cosas parecieran inciertas y solo nos queda nuestra fe en Dios. 

En varias ocasiones Dios solo nos pide eso, nada mas que confiemos en Él, en su soberanía, en su fidelidad. Pero nos cuesta tanto poder hacerlo…Pareciera que esa gran galería de héroes de la fe que están en Hebreos 11, fueran algo así como la liga de la justicia o como estos grandes super héroes de los tiempos modernos. Pero nos olvidamos que si están en la Biblia es porque fueron tan humanos y carnales como nosotros, es que acaso: ¿Eran mejores que nosotros? es muy probable que no, de lo contrario no estarían como ejemplo para nuestras vidas.

Pero la presión de la sociedad, en que todo va a un ritmo de vida tan fugaz hace que quienes vamos a otro ritmo fuéramos de otro lugar, no encajamos…

Hace casi una semanas atrás tuve que vivir ese momento que varios ya han vivido, que es dar un examen de titulo, los nervios y los temores días antes son algo que en la mayoría se repite, la inseguridad de no hacerlo bien, quizás de no alcanzar con los parámetros que nuestra familia espera, que otros esperan, muchas veces superan incluso nuestras propias expectativas. Pero ya llegado ese momento, al ya estar ahí, no podemos echar pie atrás y nos resta solo hacer lo que sabemos, y lo demás Dios dirá. En mi caso Dios superó mis expectativas, y completó las de mis familiares y cercanos. Momentos antes de entrar tenía algunas frases de una canción que había escuchado «Aquí estoy, caminaré de frente, hay temor, aún así seré valiente…en mi debilidad tu fuerza crecerá, que venga todo lo que a ti me acerca, no retrocederé y un paso mas daré, pues sé que vas conmigo». Esa canción estuvo conmigo durante toda la noche anterior y durante gran parte del día, sabía que Dios guiaría todo, pero tenía muchas dudas y nervios propios del momento.

 

Horas antes había ido con mi sobrinito a comprar algo para el almuerzo, en una primera instancia iría sola, pero él, a penas me vió salir quiso ir…y tuve que tomarle la mano…cuando lo hice fue como si Dios me dijera «así estás conmigo, no te voy a soltar», y observaba su pequeña manito junto a la mía.

padre-guia-a-su-hijo-de-la-mano

Y así fue, Dios estuvo y lo hizo posible…incluso todo parecía un sueño…realmente había sido así? Si, y Dios lo hizo!

Quizás hoy les escribo desde la tranquilidad después de una gran victoria, intentandoles dar animo, y a que no pierdan la esperanza, y es que eso es lo que Dios nos demanda cada día, que no dejemos de confiar en Él. Quizás alguno dirá: «ahh pero después de una victoria todos somos super vencedores» y es cierto, pero también sé lo que he vivido antes…y minutos antes de entrar le decía a un amigo por chat «sé que Dios estará conmigo, sé que no me trajo hasta este momento para abandonarme, sino para darme la victoria, Él guiará mis labios al hablar». Y así fue, no lo menciono para jactarme de lo que he dicho, muy contrario, algunos que han seguido este blog desde los inicios y los que siguen mi otro blog personal donde cuento mas experiencias de mi vida personal, saben que lo de la fe nunca se me dió muy fácil, y confiar en Dios es algo que durante años Dios mismo me dijo que hiciera…muchos amigos me decían «pero porqué tanta desconfianza»? Al día de hoy creo que hay etapas y procesos que te van sanando y van afirmando tu fe, Dios se encarga de hacerlo.

Por eso te digo esas palabras que entendía ese día: «Dios está contigo, no te ha traído hasta aquí (hasta este momento, hasta esta etapa de tu vida, hasta esta situación, etc) para abandonarte, si no para darte la victoria! Si depositas toda tu fe en Él, Él se encargará de obrar de acuerdo a su perfecta y divina voluntad en tu vida…no te abandonará…nunca lo ha hecho»…

¿Recuerdas al pueblo de Israel en el desierto? pasaron 40 años años dando vueltas en el mismo lugar, ¿Por qué? Deuterenomio 8:2 dice «Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos».

Nunca los abandonó, siempre cumplió su promesa, nunca les faltó comida, ni su calzado se gastó, dicen los versículos mas adelante…

Dios nunca nos abandona, aún cuando nosotros no veamos nada…el pueblo aun viendo las señales no creía…no seamos como ellos que aun viendo rechazaron al Mesías años mas tarde…

Tómate de su mano, y decide no soltarte! porque Él no te soltará!

Bendiciones!

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s