#NoEstamosSolos

Hace casi una semana estaba esperando locomoción en un momento me detuve a mirar el jardín de mi casa…quienes han ido saben que es bastante largo y tiene varias rosas de diversos colores…pero resulta que eso en primavera y verano se ve muy bien pero en otoño o invierno, no luce muy bonito…

IMG-20160603-WA0001Y estaba mirando cuando me di cuenta que muy entre la reja se veía una rosa…desde mi punto de visión parecía ser la única…se veía solita en medio de todo el jardín….pero luego cuando cambie mi posición observe que no era la única…habían otras, quizás no estaban tan bellas como lo están en verano o primavera, pero estaban vivas y daban cuenta de que aun había color en el jardín…

IMG-20160603-WA0003.jpeg

Entonces pensé “que al igual que esa rosa de otoño…no estaba sola luchando, si no que cuando las cosas se ponen difícil, vienen las dificultades (el frio, la lluvia, el hielo), creemos que no terminara…y que la lucha es mucha…pero hay veces en que solo hay que cambiar nuestra posición en que estamos observando, para ver que no estamos solos…que no somos los únicos luchando, si no que hay otros más que intentan soportar las mismas condiciones”.

Siempre he sido de la idea de no pedirle  a Dios que pelee por mí, sino que Él me ayude a luchar…porque sé que cuando Él lo hace…entonces no tiene por qué salir mal…y si el resultado no es como lo espero…sé que estará conmigo para fortalecerme y permitirme entender los motivos de lo sucedido y lo que Él quiere que comprenda de aquello.

Hay un himno que se llama “Cuán grande es Él”, otros lo conocen como “Señor mi Dios”, y aunque es bastante antiguo, y varias veces lo cantamos para agradecer a Dios y alabar su grandeza…cuenta la historia que no fue escrito en un momento de gozo, sino todo lo contrario. Este himno nos recuerda que aunque las cosas no salgan bien, y a veces todo se ponga contrario, Dios siempre es fiel y su poder y grandeza son más poderosos que cualquier situación. Cuando dice “mi corazón entona la canción: Cuán grande es Él”, no solo se refiere al órgano que nos permite vivir, sino que alude a todo nuestro ser, toda nuestra alma, cuerpo y espíritu alaban la grandeza de Dios…aun cuando lo que veas actualmente no sea lo más agradable.

Y como Job un día dijo “Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí”. Job 19: 25-27

Bendiciones!

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s