Muchas veces cuando nos hablan de la misión que tenemos como hijos de Dios, nos hacemos esta pregunta: Y ¿Qué tengo yo para darle a Dios? ¿Qué puede usar Dios de mí para ayudar a otros? Y es que esas preguntas en el momento nos resultan bien difíciles en su momento, pero si eres de los que a penas leíste se te vino de inmediato la respuesta, entonces esta reflexión no es para ti.
Ya que todo reside en nuestra Identidad! Si, en ella misma, ya te contare porque.
Nosotros al entregarle nuestro corazón a Dios, pasamos a ser sus hijos e hijas, Dios es el rey y creador de tooodo este mundo, y como todo rey sus hijos pasan a ser príncipes y princesas, nosotros lo somos, y por ende no somos cualquier cosa. Ahora…que me dirías si te dijera que todo heredero de un rey sabe desde que ya comienza a tener conciencia del futuro que tiene, en algunos casos su futuro es suceder al rey, y en otros ser príncipes o princesas de por vida, es decir ellos saben que no serán igual a los demás, aunque por más que lo intenten nunca! Serán iguales, pues han nacido con misiones distintas, en un lugar distinto y con padres distintos.
Algo similar sucede con los hijos de Dios, es decir, con nosotros, ya que sabemos cuál es nuestra misión, pues es la que realizo nuestro hermano mayor Jesús cuando estuvo aquí en la tierra, y esa fue: dar a conocer a todo el mundo a cerca del amor del Padre y enseñarles a cerca de su condición de pecado, en Efesios 2:10 nos dice: “Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.”
Entonces, ya conocemos cual es nuestra misión, pero ¿Cómo hacerlo? Si nos miramos y nada bueno encontramos en nosotros. Creo que la respuesta está en el mismo versículo que mencione antes, dice “Él nos creo”, es decir la misión ya estaba destinada para nosotros, aun mas, cada cualidad en nosotros fue puesta por Dios ahí para que llevemos a cabo la misión por la que Él nos envió a este mundo. Alguien dirá: y los defectos? También fueron puestos por Dios? No debemos olvidar que somos humanos y que nuestra carne tiende a hacer lo malo siempre, pero aun así, Dios nos creo con lo bueno y malo, alguien más dirá, ¿Pero entonces por que puso lo malo? La respuesta está en un pasaje que es uno de mis favoritos 2° Corintios 12:9-10, la respuesta: para hacerse fuerte en nuestra debilidad, en otras palabras, para que cada vez que nos veamos limitados por nuestra humanidad acudamos a Él, y Él nos ayude.
Ahora teniendo en cuenta todo esto, responderemos nuestra pregunta inicial: ¿Qué tengo para darte a Dios? SOLO MI VIDA, MI CORAZON Y MI ALMA. Si ya tuviste el privilegio de hacerlo, entonces no te estreses pensando que le puedes dar, porque lo más valioso, ya se lo diste, y con eso ÉL se encargara de trabajar, tus cualidades las tomara y se encargara de potenciarlas, y tus defectos los tomara y trabajara con ellos de tal manera que poco a poco dependas de Él y finalmente ya no existan.
¿DIOS PUEDE USARTE A TI? Sí, claro que sí! No te preocupes por lo que puedas decir, a veces no necesitaras abrir una Biblia para que las personas se acerquen a ti, solo se tu mismo, hoy en día las personas están cansadas de personas falsas que son de una manera frente a ellos y después son de otra manera frente a otras personas, ellos buscan personas con Identidad, buscan verdaderos amigos fieles, personas en quienes puedan confiar…y déjame decirte, si realmente eres un hijo o hija de Dios, y ya le entregaste tu corazón, y Dios está trabajando en tus debilidades o defectos, y potencia cada día tus habilidades…entonces, no necesitas nada más! Muchas veces no dimensionamos el impacto que causa nuestra propia persona en los demás, no siendo quizás perfectos, pero si teniendo a Jesús como dueño único de nuestro corazón.
Finalmente, no necesitamos ser perfectos para que un Dios que si lo es nos pueda usar, Él no pide mucho solo nuestro corazón, si ya lo tiene, entonces búscale en lo secreto, habla con Él, preocúpate por conocerlo, recuerda que todo hijo sabe quién es su Padre y cuál es su función. Tu ya conoces a Tu Padre, y la misión está clara, solo debes decirle que quieres que Él te use, no te preocupes por la manera, eso Él se encargara, y créeme es el más creativo, así que no te dará una tarea que no te guste o sea aburrida.
Dios te bendiga!